En el deporte profesional no hay una receta exacta, precisa y única para alcanzar el éxito (sin considerar siquiera que hay varias maneras de definir lo que es el éxito), y esa afirmación es aún más lejana en una liga como la NBA, donde las realidades cambian de manera constante a partir de un sinfín de matices que le dan forma a una competición tan maravillosa como particular. Por ejemplo, ¿cuál es la manera adecuada para llegar hasta el éxito en materia de resultados? Imposible encontrar una respuesta definitiva. ¿Es la acumulación de estrellas? ¿Son los súper equipos? Probablemente los 30 equipos tengan su propia receta (y muchas de ellas serán diferentes), y en el caso de Denver Nuggets el camino grita algo claro y, probablemente, poco común en este contexto volátil y exitista: la continuidad es la bandera que levantan en la organización.
Los de Colorado son uno de los pocos conjuntos alrededor de la NBA que pueden presumir de tener un proyecto deportivo firme en todo sentido: liderazgo marcado, idea clara que va evolucionando pero mantiene una esencia, desarrollo interno y pequeños ajustes necesarios para completar la estructura. Ese es el camino elegido para alcanzar el éxito, y no parece que vaya a cambiar, sino todo lo contrario. De hecho, la reciente noticia de la extensión de contrato de Aaron Gordon es otro punto que se suma a este fenómeno.
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92 millones de dólares por 4 años (a partir de la 2022-2023) es el valor del nuevo vínculo acordado por la organización con el ex Orlando Magic. ¿Vale esa inversión de tiempo y dinero? Rápidamente se puede pensar que no, ya que estaríamos hablando de unos 23 millones anuales (promedio) para alguien que, en el mejor de los casos, sería la cuarta opción ofensiva del equipo de Michael Malone. Pero quizás esa no sea la primera pregunta a realizar. ¿Por qué los Nuggets le dan ese contrato? Ese enfoque, probablemente, sea el adecuado. Y la respuesta es simple: potenciar esa continuidad que pregona la franquicia.
La lesión de Jamal Murray en abril le puso un freno a una sensación clara al interno de la organización: con la llegada de Gordon para unirse al canadiense, a Nikola Jokic y a Michael Porter Jr., los Nuggets creyeron firmemente en que tenían en sus manos a un núcleo que podía pelear por un campeonato. La cirugía del base le puso un freno en seco a esas buenas sensaciones que había sobre la cancha en ese puñado de partidos compartidos, pero no frenó la idea de la franquicia de darle continuidad a este camino, sino todo lo contrario.
La extensión de Gordon genera que, más temprano que tarde, el núcleo de los cuatro nombres principales de Denver esté bajo contrato con la organización, como mínimo, hasta la temporada 2024-2025, con chance de extenderse aún más. Y un detalle no menor: todos están por debajo de los 26 años, por lo que aún no hemos visto su pico de rendimiento, algo ilusionante considerando que, por ejemplo, uno de ellos acaba de ser el MVP de la liga (Nikola Jokic). Veamos...
- Nikola Jokic (26 años): con contrato hasta la 2022-2023 (33,6 millones en el último año). Tendría que pasar algo muy extraño para que no acuerde una extensión por el súper máximo al que será elegible a partir de la 2023-2024.
- Jamal Murray (24 años): con contrato hasta la 2024-2025 (36,0 millones en el último año).
- Aaron Gordon (25 años): con contrato hasta la 2025-2026 (24,4 millones en el último año, con opción de jugador)
- Michael Porter Jr. (23 años): con contrato hasta esta 2021-2022, aunque elegible para una extensión antes del inicio del próximo curso que, según reportes, debería llegar próximamente.
La continuidad como pocos en la NBA
Sellar al núcleo principal por mucho tiempo no es lo único que define la continuidad de Denver en la cancha. Como punto de partida se podría iniciar con la figura de Tim Connelly, quien llegó a la organización en julio de 2013 y comenzará su quinta temporada como Presidente de Operaciones de Básquet tras ocupar previamente los cargos de General Manager y Vicepresidente Ejecutivo de Operaciones de Básquet. La persona detrás de las decisiones sobre el armado del plantel.
Pero volvamos a la cancha por un rato. Denver cuenta en su plantel con cinco jugadores que llevan (al menos) las últimas tres temporadas completas en el equipo, toda una definición de esto de la continuidad:
- Will Barton: 6 temporadas y media
- Nikola Jokic: 6 temporadas
- Jamal Murray: 5 temporadas
- Monte Morris: 4 temporadas
- Michael Porter Jr: 3 temporadas
Solo otros cuatro equipos alrededor de la liga cuentan en sus planteles con cinco jugadores que hayan pasado las últimas tres temporadas allí. ¿Quiénes?
- Golden State Warriors: Stephen Curry (12 temporadas), Klay Thompson (10), Draymond Green (9), Kevon Looney (6) y Damion Lee (3)
- San Antonio Spurs: Dejounte Murray (5), Derrick White (4), Jakob Poeltl (3), Lonnie Walker (3) y Drew Eubanks (3)
- Milwaukee Bucks: Khris Middleton (8), Giannis Antetokounmpo (8), Donte DiVincenzo (3), Brook Lopez (3) y Pat Connaughton (3)
- Dallas Mavericks: Dwight Powell (6 temporadas y media), Dorian Finney-Smith (5), Maxi Kleber (4), Luka Doncic (3) y Jalen Brunson (3)
Hay otros casos con cuatro jugadores que han pasado los últimos tres cursos completos allí: Boston Celtics (Marcus Smart 7, Jaylen Brown 5, Jayson Tatum 4, Robert Williams 3), Philadelphia 76ers (Joel Embiid 5, Ben Simmons 4, Furkan Korkmaz 4, Shake Milton 3), Toronto Raptors (Pascal Siakam 5, Fred VanVleet 5, OG Anunoby 4, Chris Boucher 3), Portland Trail Blazers (Damian Lillard 9, CJ McCollum 8, Jusuf Nurkic 4 y media, Anfernee Simons 3) y Utah Jazz (Rudy Gobert 8, Joe Ingles 7, Donovan Mitchell 4, Royce O'Neale 4).
Y en todos estos casos podemos ver varios puntos en comunes: la selección de esas piezas de continuidad a través del Draft (salvo Barton, cuatro de los cinco que se mantienen de los Nuggets han sido seleccionados por la organización), las apariciones constantes en los Playoffs y las victorias. De hecho, en la lista de cinco con cinco encontramos a Golden State Warriors, quien construyó con estas piezas (cuatro de ellas vía Draft) una de las mejores dinastías de todos los tiempos (tres títulos en cinco Finales seguidas); y a Milwaukee Bucks, último campeón (dos de los cinco llegaron vía Draft, entre ellos Giannis). También está San Antonio, la personificación más grande de la continuidad a través de la era Gregg Popovich. Y entre los de cuatro jugadores con tres años de continuidad está uno que fue campeón hace dos años (Toronto), dos que recientemente estuvieron en Finales de Conferencia (Boston en 2020 y Portland en 2019) y los dos #1 de cada Conferencia en la temporada pasada (Philly y Utah).
Entonces, sirve la continuidad, ¿no? Así parece, claro. Para Denver, sin lugar a dudas. Y aquí conectamos con otro punto clave: Michael Malone. Puede que haya mejores entrenadores a la hora de la táctica y la estrategia, pero su conducción, liderazgo y capacidad para llevar adelante el proyecto son incuestionables. Lleva 6 temporadas completas en el equipo, una marca de continuidad que solo es superada por Gregg Popovich (24 temporadas y media en San Antonio), Erik Spoelstra (13 en Miami Heat), Steve Kerr (7 en los Warriors) y Quin Snyder (7 en Utah).
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Desde que Malone tomó al equipo en la 2015-2016, el crecimiento ha sido progresivo y sistemático, y los resultados están a la vista: 33-49 (40,2%) en la 2015-2016, 40-42 (48,8%) en la 2016-2017, 46-36 (56,1%) en la 2017-2018, 54-28 (65,9%) en la 2018-2019, 46-27 (63%) en la 2019-2020, y 47-25 (65,3%) en la 2020-2021. En los últimos tres cursos se instalaron definitivamente en los Playoffs, sin bajar del podio del Oeste en Fase Regular ni de las Semifinales de Conferencia (accedieron a las Finales del Oeste en 2020).
De nuevo, tomando como referencia la era Malone, es decir las últimas seis temporadas, Denver acumula el 9° mejor porcentaje de victorias de toda la NBA (266-207, 56,2%), que se potencia al segundo mejor de todos si nos fijamos en los últimos tres cursos (147-80, 64,8%). ¿Por delante? Apenas Milwaukee Bucks (162-65, 71,4%), casualmente el último campeón. ¿Casualmente? Quizás no, ya que al igual que los Nuggets es uno de los cinco equipos que tienen una base de cinco jugadores que llevan al menos los últimos tres años en ese equipo. Es más, los de Colorado repetirán para la 2021-2022 a casi todas las piezas del curso pasado, entre ellas el argentino Facundo Campazzo, y probablemente solo haya una cara nueva en la rotación principal (Jeff Green).
El tiempo dirá si este camino de continuidad termina llevando o no a Denver al deseado campeonato. Pero está claro que la manera y el enfoque no se negocia en una organización que, sin dudas, es un modelo a seguir como proyecto por su reciente éxito.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.