Si hay un defecto que al menos en la previa de la temporada parecen tener estos Denver Nuggets es su defensa interior. Algo que a la vez, ya los afectó en los últimos Playoffs, sobre todo en las series ante Utah y Lakers. El problema es que los de Malone parecen haber dado un paso atrás incluso en comparación con esa 2019-2020, perdiendo a un pivote de corte defensivo como Mason Plumlee y reemplazándolo con un JaMychal Green que si bien aporta en ese costado, está lejos de ser un jugador de impacto.
La protección del aro es el área que más debería preocupar a los de Malone. Los Nuggets terminaron 19° en tapones en la campaña anterior y todo indica que caerán en ese ranking durante la 2020-2021, al haber perdido a tres de sus cuatro jugadores más productivos en esa faceta: Jerami Grant (57 tapas), Mason Plumlee (38) y Torrey Craig (36). El único que sigue de ese Top 4 es Nikola Jokic (44), pero bien sabemos los inconvenientes del serbio en ese sentido.
Tanto Jokic como Isaiah Hartenstein, otro de los fichajes de este mercado, son pivotes de enorme presencia física, pero claras limitaciones atléticas, sobre todo en términos de agilidad. Mientras que los otros dos miembros principales de la rotación de hombres grandes, Paul Millsap y JaMychal Green, son marcadores sólidos, pero sin productividad como protectores del aro: Millsap promedió 0,9 tapas por cada 36 minutos en la 2019-202 y Green estuvo aún por debajo, con 0,7. ¿Y Zeke Nnaji, uno de sus dos picks de 1° Ronda del último Draft? Apenas promedió 0,87 tapas por partido en la NCAA, a pesar de jugar por encima de 30 minutos por encuentro. Además de que Malone ya dio entender que ambos novatos (Nnaji y Hampton), tendrán un rol acotado este año.
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Es en ese panorama complicado, donde aparece un nombre a tener en cuenta: Bol Bol. Una de las estadísticas más curiosas de la temporada pasada, es que el gigante sudanés fue el líder en tapas por partido de su equipo, a pesar de jugar solo 12,4 minutos por encuentro: tuvo una media de 0,9 que superó a los 0,8 de Grant y los 0,6 de Jokic.
El dato marca dos temas claramente: la enorme debilidad de los Nuggets en esa área, pero también el potencial de Bol como un jugador de impacto en la pintura propia. ¿Sus números por cada 36 minutos? 2,5 tapones. Los cuales están lejos de ser una casualidad: en su único año NCAA, promedió 3,2 por 36 minutos. Sin acercarse a los números de su padre, quien está en la discusión por ser el mejor de la historia en ese apartado estadístico, pero con una producción notoriamente superior a la de cualquiera de sus compañeros.
Si bien los highlights que hicieron viral a Bol durante el reinicio en Disney llegaron mayormente en el costado ofensivo, donde muestra destellos de calidad muy interesantes, es en defensa donde podría ganarse sus minutos en la 2020-2021. El propio Malone dio algunos indicios de esto recientemente, incluso vaticinando defensas zonales para explotar al máximo al africano de 2,18 metros: "Jugamos algo de zona en Orlando y quizá podamos usar una defensa donde tengamos a Bol Bol como taponador en la última línea", analizó el DT. "Nos llevará y nos desafiará para ser más creativos", agregó con respecto al haber perdido a marcadores destacados como Craig, Grant y Plumlee.
Un punto más en favor de Bol: no solo se mostró capaz de quedarse estacionado cerca del aro y hacer sentir su estatura, sino que también tiene agilidad y un paso larguísimo que le permite mantenerle el paso a algunos perimetrales. "Puede defender las posiciones 4 y 5", remarcó Malone sobre su versatilidad.
A tal punto aprovecha su longitud para salir a marcar alejado de la pintura, que en apenas 87 minutos de acción durante la 2019-2020, llegó a dar dos tapas a disparos de tres. Esta sobre Terence Davis...
... y esta otra en la que apenas llega a desviar el lanzamiento de Lou Williams. Nada mal.
Con apenas 21 años, Bol todavía tiene mucho que mejorar de su juego, tanto desde lo técnico como desde lo físico. Pero aún si no se transforma en ese súper talento que algunas de sus acciones ofensivas podrían presagiar, debería ser capaz de ganarse un lugar con su presencia defensiva, cubriendo un área de necesidad para los Nuggets. Todo lo que llegue más allá de eso, será un extra más que bienvenido para Denver.
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