Kevin Love y un presente extraordinario que despierta un dilema en Cleveland Cavaliers

Kevin Love tuvo un cierre de año espectacular este viernes, sumando 35 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias con un 7-14 en triples durante la caída de sus Cavaliers ante los Hawks por 121-118. Para el ex Minnesota no solo se trató de su mejor puntuación desde la campaña 2017-2018, sino además la coronación de lo que fue un final de 2021 absolutamente extraordinario desde su rendimiento personal.

Si bien toda su 2021-2022 está siendo positiva y de regreso a un nivel ofensivo destacadísimo, los últimos 10 partidos de Love lo han mostrado vestido de All-Star. Sin exagerar. En ellos promedia 20,5 puntos, 8,6 rebotes y 2,3 asistencias con un 51% de campo, un 49% en triples (en más de 8 intentos) y un 87% en tiros libres. Los números ya son espectaculares de por si, pero además hay que agregarle que los consigue en solo 23,1 minutos por noche.

20,5 puntos en 23,1 minutos. Entrar, lanzar, anotar.

Minutes played: 3
3's taken: 3
3's made: 3

Let it fly, @kevinlove! 👌 pic.twitter.com/pW0x2rDvth

— Cleveland Cavaliers (@cavs) December 29, 2021

La producción de Love por minuto en cancha está siendo sencillamente magnífica. No solo en ese tramo de 10 partidos, sino en la temporada en general. De hecho, los 24,5 puntos cada 36 minutos que viene promediando son la segunda mejor marca de su carrera (25,9 en la 2013-2014, la última con Minnesota). Además de que registra su mejor porcentaje triplero (43%), el segundo mejor en libres (90%), su mejor true shooting percentage por un campo de diferencia (64,1%), el tercer mejor PER (24,5), su mejor marca de win shares por minuto (0,261 cada 48) y su segundo mejor BPM (8,8).

Con todo eso, no sorprende que Love tenga el sexto mejor Player Impacte Estimate (PIE), una métrica que engloba diferentes estadísticas de manera similar a lo que en otras ligas se conoce como valoración o ranking. Allí vemos a Love con un 18,3 de PIE, delante de nombres como LeBron James, Luka Doncic o Stephen Curry y solo atrás  de cinco candidatos a pelear por el MVP: Nikola Jokic, Giannis Antetokounmpo, Joel Embiid, Jimmy Butler y Kevin Durant.

Y por si creen que los excelentes números de Love en la temporada pueden quedarse solo en eso, sin impactar de manera positiva al equipo, vale agregar que los Cavaliers tienen un +7,5 cada 100 posesiones con él en cancha. Brilla individuamente pero también ayuda a muy buenos pasajes de su equipo.

Este renacer en la producción de Love cambia por completo lo que hasta hace poco se veía como uno de los peores contratos de la liga. El nacido en Santa Monica cobra 31,3 millones en la 2021-2022 y otros 28,9 millones en la 2022-2023... la última de su vínculo con los Cavs. Y si bien esos valores pueden seguir siendo algo exagerados, cuando vemos lo que ha hecho en estos primeros 28 partidos de campaña, pasan a lucir mucho más lógicos y acordes a su rendimiento.

Claro que este ascenso de Love despierta un dilema en Cleveland. ¿Seguir apostando por él como sexto hombre o buscar un traspaso en el momento en el que sus acciones probablemente estén en el punto más alto? Y es que está claro que aún con este nivel, el futuro de los Cavs en el juego interior está ligado a Evan Mobley y Jarrett Allen, dejando al ala pivote como figura de la segunda unidad. De hecho, inclusive con este presente y con las bajas de Cleveland, Love apenas promedia 21,1 minutos en la temporada. Es pieza integral, pero no prioridad.

La respuesta al dilema de Love solo puede ser respondida una vez que los Cavaliers definan sus intenciones para esta 2021-2022. Si la idea es seguir peleando arriba (figuran 5° en el Este), está más que claro que deben mantener al veterano de 33 años. Hablamos de uno de los más firmes candidatos al Sexto Hombre del Año y alguien que cada vez que pisa la cancha, produce. Seguramente no conseguirían un jugador mejor en un eventual traspaso.

Sin embargo, si la meta principal de los Cavs fuera fortalecerse a futuro, el canje pasaría a tener mucho más sentido. Y si bien esa quinta posición del Este puede dar a pensar que están metidos en la lucha grande de la Conferencia, la realidad es que por más positiva que esté siendo su 2021-2022, cuesta imaginar a los de Bickerstaff en un mismo escalón que equipos como Chicago, Brooklyn, Milwaukee, Miami o incluso Philadelphia, una vez que empiece la postemporada. Más aún con la baja de Ricky Rubio.

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Si hubo un momento factible para un traspaso de Love es este. Tener semejante opción ofensiva desde la segunda unidad sería un sueño para cualquiera de los contendientes de la liga. Aunque claro, el movimiento debería ofrecer a cambio un valor cercano a los 31 millones que gana el californiano, lo cual tampoco es tan sencillo. Y más importante aún, no parece ser la idea de Cleveland (al menos por ahora): la reciente incorporación de Rajon Rondo para reemplazar a Rubio marca a las claras que los Cavs siguen buscando ser competitivos en esta 2021-2022, mirando más al presente que al futuro.

Después de tres temporadas post-LeBron de no poder ganar más de 22 partidos, no culpamos a los Cavs por querer presentar el mejor equipo posible en cancha, aún si el mismo realmente no tiene aspiraciones realistas de vencer a los mejores de la liga. De todas maneras, la situación puede cambiar en las próximas semanas, recordando que los traspasos no se cierran hasta febrero: si Cleveland tiene algún bajón lógico en este tiempo y Love mantiene un rendimiento parecido al que trae hasta hoy, esperen ver su nombre en muchísimos rumores durante la etapa más caliente de los canjes.

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