Cleveland Cavaliers recibió a New York Knicks en Ohio con muy pocos efectivos disponibles: apenas nueve jugadores en condiciones de ingresar a la cancha, contando a Lamar Stevens y Marques Bolden, de contrato dual. No tenía a Collin Sexton, a Darius Garland y a Kevin Love, la mayoría de sus principales figuras, ni a sus más recientes incorporaciones Jarrett Allen y Taurean Prince. Y aún así se las arregló para ganar por 106-103 de la mano de Andre Drummond, que tuvo una noche en la que lució como un monstruo desatado en la zona pintada.
Con una rotación extremadamente acotada, dándole entre 40 y 44 minutos en cancha a cada uno de sus jugadores titulares, con 21 minutos de Stevens, 13 de JaVale McGee y 2 de Dean Wade desde el banco y nada más (Bolden no ingresó), el entrenador J.B. Bickerstaff comandó un triunfo importante para su equipo, que llevaba tres derrotas en fila y un récord de 1-5 en los partidos en los que no contó con el base titular Darius Garland.
El partido fue muy parejo desde el salto inicial, con el liderazgo en el marcador alternándose. Un parcial de 14-2 puso a Cleveland al frente por 12 puntos en el tercer cuarto pero los visitantes se repusieron con un pasaje de 12-0 para igualar el resultado antes de comenzar el último cuarto. A la hora de la verdad el partido continuó siendo apasionante: Cleveland ganaba por apenas tres puntos a 57 segundos del final. Entonces Julius Randle falló un tiro libre, los equipos cometieron una sucesión de pérdidas de balón y unos tiros libres de Drummond y el rookie Isaac Okoro terminaron de definir la historia a favor de Cleveland.
Se trata de la quinta derrota consecutiva para un New York que tiene preocupantes problemas en ataque y que contra Cleveland sufrió hasta en el juego interior.
MÁS | Giannis Antetokounmpo, estrella del apretado triunfo de Milwaukee Bucks sobre Dallas Mavericks
El próximo partido de Cleveland será recién el miércoles 20, recibiendo a los Brooklyn Nets de Kevin Durant, Kyrie Irving y James Harden, mientras que New York jugará el domingo por la tarde frente a Boston Celtics como visitante.
Drummond y su primer 30+20 en Cleveland
Andre Drummond fue la gran figura del partido por amplio margen sobre sus colegas: el pivote ex Detroit Pistons firmó una planilla de 33 puntos, 23 rebotes, 3 asistencias, 2 robos y 2 tapones en 40 minutos de acción, con 10-18 en tiros de campo y 13-19 en tiros libres. Un partido de 30+20 no es extraño para este excelso reboteador, que ya había tenido tres encuentros así en los Pistons en 2015, 2018 y 2019, llevándose la victoria en dos oportunidades.
Pero igual no deja de ser algo poco común y que claramente impacta: en los más de 50 años de historia de Cleveland Cavaliers había sucedido apenas cinco veces y no pasaba desde el 2004, cuando Carlos Boozer terminó con 32 puntos y 20 rebotes contra Seattle SuperSonics.
😤😤😤@AndreDrummond reaches 33 PTS and 23 REB for the first time in @cavs history! #BeTheFight pic.twitter.com/ENiCjhj2lP
— NBA (@NBA) January 16, 2021
"No puedo hablar suficiente sobre lo que hizo Dre, pienso que estuvo increíble. Te puede castigar y cuando juega con esa fuerza y determinación, no hay mucha gente que lo pueda frenar en el uno contra uno", manifestó el entrenador Bickerstaff después del partido. Esta actuación llegó justamente cuando se piensa que el arribo de Allen a los Cavaliers le quitará tiempo en cancha a Drummond e incluso puede llevar a un traspaso de Dre, que será agente libre al terminar la temporada. "Si me traspasan, no puedo controlar eso. Yo sé que amo a los chicos que están acá y estoy divirtiéndome mucho. Tenés que jugar duro cada noche porque lo dan todo por 48 minutos", declaró el pivote.
MÁS | Los Angeles Lakers sigue de racha: New Orleans Pelicans fue su nueva víctima en una gran actuación defensiva
Además de lo de Drummond, que ya llevaba 20 puntos y 14 rebotes al terminar la primera mitad de partido, Cleveland tuvo 25 puntos y 5 asistencias de Cedi Osman y 14 tantos, 9 rebotes y 5 asistencias de Larry Nance Jr. El banco solamente sumó 8 puntos, pero su aporte no fue necesario.
New York, aún en proceso
"Seguiremos evaluando y buscando las mejores combinaciones para ir hacia adelante. Todo está sobre la mesa", afirmó el entrenador Tom Thibodeau luego de la quinta derrota consecutiva de sus Knicks. Los neoyorquinos no juegan bien, más que nada en ataque, donde sufren de su poca capacidad de tiro exterior (9-25 ante Cleveland) y de no tener un armador de primera línea.
QUICKLEY 💧 pic.twitter.com/xS6s2LZtFS
— NEW YORK KNICKS (@nyknicks) January 16, 2021
Julius Randle realizó un buen partido en ataque, con 28 puntos tirando 11-20 de campo, y entre él y el rookie Immanuel Quickley, que saltó desde el banco con 23 puntos y 4 asistencias en 28 minutos, le dieron un salvavidas a los Knicks en el tercer cuarto, sumándole un aporte de un RJ Barrett que tras sumar siete tantos en el primer tiempo metió 13 en la segunda parte para finalizar con 20 puntos y 7-12 de campo. Eso si, RJ y el regresado Reggie Bullock cometieron dos pérdidas de balón en el minuto final que terminaron costando la derrota. "Esas pérdidas fueron costosas y necesitamos entender que la intensidad en ese momento del partido es diferente", comentó al respecto Thibodeau.
Todavía sin Alec Burks ni Frank Ntilikina, y con poco esta vez del otro rookie Obi Toppin (2 puntos y 4 rebotes en 10 minutos), los Knicks no terminan de mostrarse como un equipo capaz de reaccionar y tienen por delante un calendario complicado, con cinco partidos de los próximos seis fuera de casa.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.