Nueve triunfos consecutivos para Chicago Bulls, que tras el último tropiezo de Brooklyn es líder de la Conferencia Este con 26 victorias y 10 derrotas. Sigue a un excelente nivel que sitúa a DeMar DeRozan como candidato a MVP y a Zach LaVine, también en la conversación para All-NBA. Y por supuesto, a Billy Donovan como posible Entrenador del Año.
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Sin embargo, pese a que logran su mejor racha de triunfos desde hace una década, cuando Derrick Rose lideraba en ataque al juggernaut defensivo construido por Tom Thibodeau, Donovan no está satisfecho con el rendimiento y quiere más. "Tenemos que ser mejores", dijo el técnico tras la victoria por 130-122 sobre los Wizards. "Sí, necesitamos mejorar".
¿A qué se refiere el entrenador? Revisamos varios datos de la racha de nueve victorias de los Bulls. *Los datos del artículo corresponden al tramo desde el inicio de la racha (20/12/2021)*.
El mejor ataque de la NBA
Las dudas existentes respecto al encaje de las figuras quedaron resueltas desde el primer día. DeRozan y LaVine no solo conviven, se hacen mejor el uno al otro. Lonzo Ball funciona a la perfección como tirador de volumen (promedio más elevado de triples en esta racha, 9 intentos con 40,7%) y generador de apoyo entre las dos referencias anotadores. Siguen necesitando trabajo para pulir el rendimiento de Nikola Vucevic, pero el veterano pivote sí muestra un cambio de rol hacia un mayor trabajo en los tableros, pasar la pelota, bloquear y tirar (5,4 triples con 32,6%).
Se trata de un equipo que prefiere los quintetos pequeños para maximizar el espacio. Donovan utiliza la pizarra para crear las situaciones idílicas para cada jugador, para explotar sus puntos fuertes de anotación. Así, y sirviendo como partida la inteligencia de los mismos, los Bulls registran un 59,4% de tiro efectivo, la mejor cifra de la liga desde que comenzó la racha de victorias.
The TOP PLAYS from the @chicagobulls 9-game winning streak...their longest since 2011! pic.twitter.com/siW0uHo1Ln
— NBA (@NBA) January 8, 2022
Han encontrado el ritmo perfecto en uno elevado, pero no alocado. Apuestan al tiro, el aclarado y el uno contra uno. Mientras conjuntos como Warriors, Suns, Spurs, Hornets o Heat viven grandes temporadas ofensivas buscando rápidas circulaciones y convertir tras asistencias, en Chicago creen en la capacidad que tienen para anotar y en crear las mejores situaciones para ello. Además, su cuidado del balón es excelso: tan solo un 12,7% de pérdidas, la 7º mejor cifra de este tramo.
Pierden pocos balones, buscan situaciones positivas y el ritmo se adecúa a su juego. Los Bulls tienen el tono perfecto para su ataque y cuentan con tiradores y elementos que espacian la cancha. Y durante la racha tienen a cinco jugadores en dobles dígitos de anotación: LaVine (27,6), DeRozan (25,6), Coby White (18), Vucevic (17,4) y Lonzo (13,3). De esta manera consiguen el ataque más eficiente desde el 20 de diciembre.
Una defensa con agujeros
Sin embargo, los problemas están en defensa. Si bien comenzaron la temporada de forma fantástica atrás, están notando las ausencias de sus dos mejores defensores: Ball y Alex Caruso. El primero jugó contra Washington, pero ha disputado 3 de los 9 encuentros; mientras que Caruso está fuera y solo disputó 6 minutos del primer partido.
Durante la racha son la 19º defensa en la lista de eficiencia de la NBA. Podría ser peor, sin duda, pero es un registro mejorable. Pese a ser 6º en net rating sí necesitan lo que comentó Donovan: ser mejores atrás. Las principales preocupaciones del entrenador residen en la defensa. Ciertas desconexiones, fallos de comunicación, caminos demasiado despejados hacia el aro...
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"Tenemos que ser mejores en defensa", dijo Donovan tras ganarle a los Wizards. “Creo que hicimos algunas cosas realmente buenas en ataque esta noche con nuestro altruismo y la forma en que nos movimos y compartimos el balón. Creo que si hablas con estos jugadores te dirían que tenemos que seguir mejorando en defensa, porque tenemos la capacidad''.
Los Bulls extrañan a figuras como Lonzo o Caruso por la presión añadida en las líneas exteriores. Roban balones, provocan desvíos y mejoran el rendimiento defensivo del pick&roll, acción en la que sufren más con otros jugadores si estos se emparejan con Vucevic, lo más habitual. Cuentan con algún especialista, tampoco demasiados, y podrían buscar refuerzos en este sentido en el cierre del mercado.
La salida del Big 4
Los Bulls tienen posiblemente la formación de cuatro jugadores más potente de toda la NBA. Pocos equipos, o ninguno, compiten o igualan el DeRozan, LaVine, Vucevic y Ball, a los que si sumamos a Caruso queda un quinteto poderoso, equilibrado y de magnífico entendimiento. Puede que solo Nets y Bucks con todo su arsenal superen esto.
El problema también llega cuando toca dar relevos. Las continuas bajas por COVID-19 más las lesiones acortaron la rotación de Chicago, que como decimos ha estado por tramos sin DeRozan, sin Vucevic y hasta hace poco sin Lonzo, y ahora, sin Caruso. Al igual que tienen un Big 4 muy potente, sufren en consideración cuando estos descansan o están de baja.
White, con sus 18 puntos, 3,6 asistencias y 50,9% en triples, es una noticia muy positiva como anotador de banco. Junto al combo aparece el novato Ayo Dosumnu, que aporta energía y promedios de 8 puntos, 2,6 rebotes y 55% en triples durante la racha, pero el rendimiento general decae mucho cuando salen los titulares. Veamos la diferencia entre las dos alineaciones más utilizadas desde el 20 de diciembre:
- White, LaVine, DeRozan, Green y Vucevic: 120,7 de ratio ofensivo y 108 de ratio defensivo = +12,7 de net rating
- White, Dosumnu, LaVine, Brown Jr. y Jones Jr.: 101,6 de ratio ofensivo y 117,5 de ratio defensivo = -15,8 de net rating
Donovan ha elogiado a los jugadores por la compostura general del bloque durante las ausencias, pero el bajón de rendimiento es considerable. Hay unos Bulls con todos sanos, cuya versión es de juego ofensivo depurado y defensa capaz de realizar paradas y robos; y otros Bulls, aquellos que necesitan entradas de complementos poco especializados y que necesitan referencias al lado. Donovan necesita encontrar mayor equilibrio por complicado que sea, además de pedirle a Arturas Karnisovas algún traspaso antes de febrero.
La racha de nueve victorias es motivo de alegría e ilusión para la hinchada de los Bulls, una que desde el equipo de Derrick Rose de hace una década no disfrutaba tanto de un equipo de básquet. Eso sí, todavía les queda un largo camino por recorrer, ajustes por realizar en ataque (Vucevic) y mucho trabajo en defensa. Los nueve triunfos suponen un dato maravilloso, aunque con hay detalles por pulir.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.
