Antes del inicio de la campaña, los Chicago Bulls eran uno de los candidatos más tenidos en cuenta a la hora de imaginar a las revelaciones de la 2019-2020. Entre algunos movimientos interesantes en su plantel, el crecimiento de sus jóvenes y un destacado paso por la pretemporada, los dirigidos por Jim Boylen estaban en los planes de muchos de nosotros, incluso como un potencial equipo de Playoffs. Hasta que empezó a picar oficialmente la bola y todo parecío desvanecerse rápidamente...
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Los Bulls arrancaron el año con una de las peores marcas de la liga: 6-14. Al empezar el mes de diciembre, apenas Golden State, Atlanta y New York tenían más derrotas que los de Illinois, quienes además registraban el segundo ataque más ineficaz del torneo (apenas 102,9 puntos por cada 100 posesiones). Cuando todo apuntaba a un cambio, la 2019-2020 parecía haberse vuelto un calco de temporadas anteriores. De la ilusión a la decepción en apenas un puñado de semanas.
Sin embargo, justo cuando parecíamos listos para olvidarnos de las predicciones esperanzadoras, Chicago ha dado un giro de timón. Los Bulls tienen marca de 7-6 en el mes de diciembre, la cual si bien no es excepcional, no deja de marcar un contraste importante con lo que fue octubre y noviembre. Igualmente, la mejor noticia para los de Boylen aparece en la tabla de posiciones: han quedado apenas un partido y medio por detrás del Orlando Magic, hoy dueño de la última posición de Playoffs del Este. Sí, Chicago ya está metido de lleno en la lucha por la postemporada.
Secretos defensivos
Más allá de que su ofensiva ha tenido una leve mejora (23° en diciembre), ha sido la defensa la que le ha dado las mayores alegrías a los Bulls. Su rendimiento en ese costado está siendo superlativo y desde el 1 de diciembre a la fecha, registran el segundo mejor rating de toda la NBA: 99,8 puntos permitidos por cada 100 posesiones. El único equipo que lo supera es Milwaukee (99,4) y muy atrás queda el tercero del podio (Brooklyn con 104,3). Élite absoluta.
El secreto de la defensiva de Chicago está en la agresividad: lideran la liga en robos por juego (9,9) y en pérdidas forzadas en el rival (la recuperan en el 16,1% de las posesiones). Si bien esta intensidad los lleva a ser el equipo con mayor frecuencia de infracciones, se trata de una consecuencia con la que los Bulls están aprendiendo a lidiar.
A la hora de buscar nombres propios para semejante rendimiento, hay uno que sobresale claramente por encima del resto: Kris Dunn. La levantada de Chicago coincide con el momento en el que el ex Minnesota tomó la titularidad y aunque ofensivamente aporta poco, su producción en el campo propio es magnífica. El ex Minnesota lidera la NBA en porcentaje de robos: recupera el balón en el 4,2% de las posesiones que defiende, bastante por encima de sus perseguidores más cercanos, Dejounte Murray (3,7%) y Delon Wright (3,5%).
Kris Dunn is probably the best guy in the league at breaking up these routine dribble handoffs. Guys are not prepared for how hard he fights to stay engaged. pic.twitter.com/437aRzLZJf
— Stephen Noh (@StephNoh) December 15, 2019
Cuando Dunn está en cancha, los Bulls permiten apenas 102,7 puntos por cada 100 posesiones (percentil 91). Cuando el base descansa, el rating se eleva a 108,6 (percentil 54). Y atención, a no perder de vista lo que también viene haciendo el rookie Daniel Gafford, quien si bien todavía juega poco, tiene un tremendo impacto cada vez que pisa la cancha: da una tapa en el 10,3% de las jugadas rivales, un número que de calificar para las tablas de líderes, lo dejaría en el tope de la liga.
Con el mejor ladrón y el mejor taponador de la liga en su plantel, rodeados por otros defensores muy sólidos como Wendell Carter, Thaddeus Young, Chundler Hutchison y Denzel Valentine, Chicago ha conseguido formar una escuadra que está poniendo en problemas a cada uno de los ataques contrarios. Si a eso le suman un paso adelante en ofensiva, cuidado, porque después de todo, quizá los análisis de pretemporada no estaban tan alejados de la realidad.
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