A lo largo de las últimas temporadas, James Harden había acostumbrado a comenzar al mejor nivel posible. Las offseason, lejos de ser un momento de descanso, eran la ocasión perfecta para que La Barba puliese su juego y se recuperase físicamente de la exigencia de la competición. Sin ir más lejos, en la 2019-2020 el por entonces jugador de los Rockets logró el tercer mejor registro en triples anotados en los primeros 15 partidos de temporada, únicamente por detrás de Stephen Curry. Incluso en el curso pasado antes de ser traspasado comenzó promediando 33,0 puntos y 10,8 asistencias con el equipo de Texas.
No obstante, algo cambió en el inicio de la 2021-2022, pues Harden no dio muestras de estar al 100%, un hecho que junto a todos los problemas que vienen rodeando a Brooklyn Nets amenazaba con condicionar su Fase Regular y opciones de luchar por el campeonato.
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Las secuelas de los problemas musculares que experimentó la temporada anterior, razón por la cual su aporte en los Playoffs se desplomó, todavía persisten en la estrella de los Nets. En los primeros compases del curso se lo veía más lento, sin la explosividad y primer paso que lo caracterizaban y, en general, más errático. Hablar de Harden es hacer referencia a una de las figuras más eficientes de toda la NBA en el último lustro, alguien capaz de exprimir al máximo cada tipo de acción para convertirse en un sistema de juego por sí mismo con un volumen de uso desorbitado. Pero todo tiene un costo y el inicio de esta campaña es el mejor reflejo.
Después de comenzar promediando 18,3 puntos con un 39,3% en tiros de campo, 7,1 rebotes y 8,9 asistencias en los primeros 8 partidos, Harden parece ir progresando hacia la versión que más se espera de él, algo que está haciendo gracias a un momento de plenitud ofensiva. En los siguientes 8 duelos el jugador de los Nets ha visto cómo sus promedios y porcentajes se incrementaban, pasando a 22,3 tantos con un 47,2% de acierto de cara al aro, así como 8,0 rebotes y 8,8 asistencias.
Un resurgimiento que debe ponerse en valor teniendo en cuenta la presión a la que se ha sometido a los Nets en este arranque y en especial a La Barba, cuyo rendimiento estaba muy lejos de lo esperado en alguien de su calibre. Sin poder contar con Kyrie Irving en un futuro cercano y con un Kevin Durant lanzando con una efectividad fuera de lo común (algo muy complicado de mantener en el tiempo), la única vía para que Brooklyn logre mantenerse y conseguir recuperar el trono del Este pasa porque Harden vuelva a desplegar lo más cercano a su versión MVP de 2018.
La estrella del equipo neoyorquino está dando los pasos adecuados para poder realizar tan complicada empresa dadas las circunstancias. Si por algo se caracterizó el Harden de 2018 fue por su absoluto control del uno contra uno en situaciones de aclarado. Nadie ha conseguido dominar y hacer de esta jugada la principal forma de creación ofensiva de un equipo como La Barba. Con su diversidad en el tipo de drible, la manera en la que gestionaba la velocidad y leía el momento preciso en el que atacar a su oponente, el base se labró su particular camino a ser el mejor jugador de la NBA.
No obstante, Houston no es Brooklyn y ahora el sistema es muy diferente a lo que venía haciendo en el pasado. Steve Nash es más dado a centrarse en el bloqueo directo, a promover salidas para tiradores y a evitar depender tanto de acciones con un exceso de drible. Aún así, Harden está encontrando el modo de seguir siendo productivo y eficiente reduciendo el número de posesiones en aclarado, pero manteniendo su condición de absoluto dominador de las acciones de uno contra uno.
Sin ir más lejos, el aclarado está representando el 33,6% de su juego ofensivo respecto al 28,2% que supone el bloqueo directo. No obstante, esto es un descenso del 22% respecto a su última temporada completa en los Rockets.
Rendimiento de Harden en aclarados
Temporada | Percentil y posición en la liga | Puntos por posesión | Posesiones | eFG% |
2021-2022 | 87,8 - 1º | 1,16 | 6,6 | 57,2% |
2020-2021 | 87,5 - 3º | 1,09 | 8,0 | 53,1% |
2019-2020 | 91,5 - 1º | 1,12 | 14,1 | 52,3% |
2018-2019 | 92,7 - 1º | 1,11 | 16,4 | 51,2% |
2017-2018 | 95,7 - 1º | 1,22 | 10,0 | 55,2% |
A pesar de invertir menos posesiones por encuentro al uno contra uno, Harden está encontrando el camino para ser determinante en el ataque de los Nets pese a los problemas físicos que sigue arrastrando. En lo que llevamos de curso el base está produciendo 1,16 puntos por posesión con un 57,2% en porcentaje de tiro efectivo a lo largo de 6,6 posesiones. Y lo más importante, Harden lidera la NBA en esta categoría con un percentil de 87,8 con secuencias como estas:
Aunque lo importante para los intereses de Brooklyn es que ese resurgimiento de la estrella no está sirviendo para aumentar sus estadísticas anotadoras precisamente, sino que está ayudando a la ofensiva en general a lograr acciones de canasta importantes gracias a su visión de juego y el último partido contra los Cavs fue un buen reflejo:
"Tenemos que seguir luchando. Hay que encontrar formas de seguir ganando, seguir mejorando en ambos extremos del campo. Es una temporada larga", dijo el jugador después de anotar 27 puntos contra Cleveland.
Desglosando el modo que está siendo efectivo Harden en las acciones de aclarado destaca la gran pericia que está teniendo para resolver situaciones en tiro tras drible. Tras 16 partidos disputados, el jugador de los Nets es el que mejor porcentaje de acierto tiene en triples en suspensión, habiendo conseguido 37 de 94 intentos, lo que supone un 39,4%, siendo el segundo en la liga además en porcentaje de tiro efectivo con un 53,8. Además, La Barba lidera en triples anotados habiendo dado 7 dribles o más antes del lanzamiento, con una serie de 19 de 46, es decir, un altísimo 41,3% de acierto desde la larga distancia.
No obstante, el bloqueo directo sigue siendo la asignatura pendiente con respecto a Harden, ya que el jugador está ahora mismo en el punto más bajo de toda su carrera desde que hay registro (2015-2016). El jugador de los Nets está produciendo 0,81 puntos por acción con un 52,2% de acierto en porcentaje de tiro efectivo, siendo el percentil 44,2. Esto tiene que ver con su bajo nivel físico y el tipo de defensas que está recibiendo debido al cambio en la interpretación del contacto físico.
Si Brooklyn Nets quiere aprovechar el vacío de poder que existe ahora mismo en el Este con Bucks y 76ers lidiando con problemas físicos en sus jugadores importantes y afianzarse en la parte alta de la clasificación, va a necesitar encontrar más y más acciones en las que Harden ataque desde un aclarado. Esto permitirá a Kevin Durant dosificar sus esfuerzos durante buena parte del curso así como involucrar a La Barba en un contexto en el que verdaderamente es eficiente.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.