El comienzo de temporada no pudo ser peor para Brooklyn Nets. 11 derrotas en los primeros 15 partidos y una tremenda racha de lesiones que se cargó a Kyrie Irving y Caris Levert, dos de las principales cartas ofensivas del equipo. El equipo dirigido por Kenny Atkinson mostraba una cara diferente a ese conjunto atrevido y fresco de la 2018-2019, una peor, sin fluidez en ataque y extremadamente dependiente de Irving, mientras que se repetían los encuentros en los que recibían al menos 115 puntos.
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No obstante, parece que Brooklyn ya tocó fondo y desde ahí comenzó a resurgir. Los dirigidos por Kenny Atkinson ganaron 8 de los últimos 10 partidos que disputaron, coronando todo con un gran triunfo frente a Denver Nuggets el último domingo. Los Nets siguen sin Irving y sin LeVert, pero tienen un récord de 13-10 que les da aires de tranquilidad y comienza a meterlos en la pelea en la que querian los neoyorquinos, del sexto puesto hacia arriba.
Con el regreso de Irving (sufre una lesión en el hombro derecho) aproximándose en una o dos semanas según las palabras del entrenador, ¿peligra este equilibrio? ¿O debería potenciarse todo el grupo de jugadores secundarios que ya recuperó el nivel de la 2018-2019?
Mientras tanto, Brooklyn tiene varios partidos duros enfrente en los próximos días: Toronto Raptors, Philadelphia 76ers y San Antonio Spurs son algunos de sus próximos cinco rivales.
El despegue de Spencer Dinwiddie
Toda esta levantada de Brooklyn se explica, en gran parte, por el tremendo nivel de Spencer Dinwiddie. El base de Brooklyn Nets dio un salto gigante en sus performances desde que tuvo que tomar la titularidad del equipo por la baja de Irving. Sus números lo demuestran:
| Titular/Suplente | Puntos | Asistencias | Rebotes | Robos | % de campo | % de triples | Minutos |
| Titular | 23,8 | 7,6 | 3,5 | 1,1 | 43,6 | 32,5 | 33 |
| Suplente | 17,1 | 4,6 | 2,3 | 0,6 | 41,2 | 29,5 | 26,1 |
Sin que su métrica de uso de balón crezca demasiado (de 27,3 a 29,9%), Dinwiddie pasó a tener un impacto ofensivo de una mejora de más de 10 puntos desde que es el base titular del equipo. Brooklyn ganó 9 de esos 12 partidos, con algunas actuaciones brillantes de Spencer como los 32 puntos y 11 asistencias para imponerse sobre Boston Celtics o sus 24 tantos con 58% de efectividad en tiros de campo y 8 asistencias en la victoria frente a Denver Nuggets.
Dinwiddie está progresando como jugador año tras año, desde aquel jugador de 22 años descartado por Detroit Pistons y Chicago Bulls en 2016 hasta hoy, convertido en uno de los mejores sextos hombres de la liga. ¿Es esto una muestra de que puede ser más que un anotador revulsivo desde la banca? ¿O Kenny Atkinson deberá buscar la forma de asociarlo junto a Kyrie Irving en cancha, pensando en la época de rotaciones más cortas?
Parece difícil que ambos puedan brillar juntos: son muy dependientes de tener el balón para lastimar a las defensas rivales. Promedian 12,5 minutos juntos en cancha, casi siempre junto a un pivote (Jarrett Allen o DeAndre Jordan), y dos aleros que aporten tiro y defensa (Joe Harris, Taurean Prince, Garrett Temple), pero justamente esta buena cantidad de aleros versátiles y con mucho más para dar en el costado defensivo hace que tenga más sentido rodear a uno de los dos bases con ellos.
Un núcleo recuperado
Además del gran salto dado por Dinwiddie, esta claro que todo Brooklyn se creció para dar semejante vuelta de página. Jarrett Allen y Joe Harris, piezas fundamentales del trabajo hecho en la última campaña, empezaron a volver a ser. El perimetral recupera la importancia del año pasado o hasta incluso está siendo más, con casi 15 puntos por partido y un 45,5% en triples. En tanto el pivote promedia 16,1 puntos y 12,8 rebotes en los últimos diez partidos, en los que disputó un promedio de 28 minutos en cancha, afirmándose como el titular del equipo sobre el experimentado DeAndre Jordan.
Taurean Prince, incorporación llegada en el último mercado, también está siendo importantísimo tanto por su goleo (14,5 puntos) y por su capacidad de pase (3,4 asistencias). Como ala pivote, Prince le otorga a Brooklyn mucho más de lo que hacían Jared Dudley o DeMarre Carroll.
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