En marzo la carrera de Blake Griffin parecía haber entrado en un punto sin retorno. Inmerso en unos Detroit Pistons en una eterna reconstrucción, rodeado de jóvenes en plena progresión y sin ninguna perspectiva en lo competitivo al corto plazo en donde el veterano pudiese aportar, su futuro en la NBA se iba apagando. A todo esto había que sumar un extra más, pues a Griffin le restaba todavía un amplio contrato de 32 millones en 2021 y la posibilidad de extenderlo una campaña más por una cantidad similar, lo que complicaba enormemente su salida de la Ciudad del motor.
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Relegado de la dinámica del equipo en busca de un destino más propicio, franquicia y jugador acordaron una rescisión que fuese favorable para ambas partes. El 5 de marzo Griffin quedaba libre, pudiendo elegir donde comenzar de nuevo. Sin el brillo de antaño, sin esa explosividad y brillantez que lo caracterizó en su etapa en Clippers. No obstante, el ala pivote todavía creía que podía aportar en un equipo NBA, todo ello gracias al progresivo desarrollo que lo llevó de ser un atlético competidor que contaba sus convesiones por volcadas a un point-center de un talento enorme para la creación de juego. Las lesiones lo fueron consumiendo poco a poco, pero Brooklyn Nets quiso ver en Blake ese jugador, apostando por él para completar un plantel ya de por sí potente.
En un rol concreto y saliendo desde el banco, el veterano cumplió con creces las expectativas en la fase final de la Fase Regular, tomando parte en 26 partidos con una media de 10,0 puntos, 4,7 rebotes y 2,4 asistencias. Sin embargo, su verdader aporte vendría en los Playoffs. Griffin fue el principal encargado de defender a Giannis Antetokounmpo en una serie que se definió en la última posesión de un séptimo encuentro, dejando al griego en 15 puntos de media con una efectividad del 56%, cuando otros defensores como Kevin Durant (68% TC), Joe Harris (62%) o James Harden (66%) no tuvieron muy buenos resultados. Tan solo un Jeff Green tocado físicamente pudo bajar al 52% en 10 minutos en total que se midió a Giannis.
El objetivo último de Griffin era conseguir el anillo, pero siendo importante en el desarrollo de los acontecimientos, no solo un mero espectador. Es por ello que en cuanto se abrió la Agencia Libre el jugador no dudó un solo instante en cuál quería que fuese su nuevo equipo. Brooklyn Nets y Blake unieron un año más sus caminos por el salario mínimo de veterano, una adición importantísima para el roster neoyorquino y que le permitirá al ala pivote resarcirse en su intento por lograr el campeonato.
"Para mí fue una decisión muy sencilla. Hubo una conversación como equipo en donde sentimos que no habíamos conseguido lo que queríamos. Puedes decir que fue por las lesiones, pero todos los equipos las tienen. Así que sentimos que había negocios sin terminar. Hay algo realmente grande que queremos conseguir y quiero seguir formando parte de ello", declaró Blake Griffin en su presentación con Brooklyn tras haber renovado con el equipo.
"Hubo otros equipos interesados en mí. Tuve una conversación con Jeff Green y hablé con otros compañeros que han estado en diferentes situaciones y no han estado en el mismo lugar durante varios años. Esta es una situación en la que me siento cómodo, por lo que muchas de esas otras ofertas no necesariamente eran atractivas, solo iban a ofrecer más dinero o ir a un nuevo lugar para tal vez un papel más importante. Esto es un sitio donde conozco la situación, sé lo que puedo hacer en este equipo, conozco mi papel y dejamos la temporada con una especie de mal sabor de boca".
Los Nets no han sido un equipo especialmente protagonista en la offseason, pero sí han realizado movimientos de gran calibre, empezando por la renovación de Kevin Durant, la cual puede ejercer un efecto dominó sobre Kyrie Irving y James Harden, atando el futuro a largo plazo de su núcleo de talento. Además, aseguraron la continuidad de un gran activo del banco como Bruce Brown. No obstante, lo más relevante fueron sus tres adiciones al roster, empezando por Patty Mills quien será el alma de la segunda unidad y un jugador que puede aportar experiencia de campeón al roster, a lo que añadir a James Johnson como enforcer y Jevonte Carter como exterior defensivo.
"Hay mucho trabajo que hacer todavía, no se puede dar nada por sentado", aseguró Griffin. "Pero me gusta nuestro equipo. Me gustan los jugadores que tenemos, cuerpo técnico, me gusta cómo se ha unido todo. Creo en nosotros. Siento más motivación para volver y estar centrado, poner más atención en los detalles y tener otra oportunidad. No puedo explicar cómo de importante es tener un verano en el que te tomas un par de semanas de descanso y rápidamente vuelves a entrenar".
Blake Griffin ha encontrado en Brooklyn una segunda oportunidad donde poder aportar en un conjunto ganador sin la presión y la necesidad de ser una de las referencias ofensivas, sino más bien un jugador de rol, justo lo que más necesita en este momento de su trayectoria. "Todo el mundo vio lo que hizo en la cancha, los intangibles que aportó, su presencia física y lo rejuvenecido que estuvo", declaró Sean Marks, GM de los Nets. "Hay que darle crédito a Blake y a nuestro equipo de preparadores físicos. Lo importante es lo que aportó al vestuario, muchas cosas entre bastidores que muestran cómo es realmente".
La campaña 2021-2022 será clave en el proyecto de los Brooklyn Nets, con sus tres grandes figuras como gran reclamo, lo más relevante será ver cómo pueden darle forma a ese talento teniendo a todo el plantel junto desde el comienzo del curso. Una temporada en donde todo estará más abierto que nunca.
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