Álex Palou ha sido una de las figuras del momento en el Gran Premio de Estados Unidos 2022. El campeón de la temporada 2021 en la IndyCar se subió a un monoplaza de Fórmula 1 por tercera vez en menos de un mes, la primera en una sesión oficial de la mano del equipo McLaren. El catalán vio cumplido su sueño, uno que hacía tiempo que pensaba que no se haría realidad, y de paso sirvió para que dos competiciones tan dispares como la F1 y la Indy interactuasen de nuevo.
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Más allá de las cuatro ruedas y el volante poco o nada tienen que ver los monoplazas de ambas competiciones. Las diferencias a nivel de diseño, tecnológicas y de manejo son abismales. Sin ir más lejos la última vez que la IndyCar corrió en el circuito de Las Américas en 2019 la pole position fue 1m46s017 (Will Power) mientras que en ese mismo año Valtteri Bottas rompió el cronómetro al marcar un 1m32s029.
Las interacciones entre ambos mundos han sido habituales a lo largo de la historia, aunque con el paso de las décadas ambas competiciones se han distanciado más y más.
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Sobre las similitudes y diferencias entre la Fórmula 1 y la actual IndyCar Series ha sido la pregunta que más veces ha escuchado Palou en este fin de semana. Una cuestión que el catalán ha respondido con elocuencia y ofreciendo su experiencia de primera mano.
"Me gustaría decir que son más parecidos, porque yo soy piloto de la IndyCar y quiero ponerla lo más arriba posible, pero creo que estamos muy lejos en el nivel de prestaciones del coche", expresó el campeón de 2021 en una entrevista con el Diario AS. "Nuestro chasis tiene diez años y el presupuesto anual es el equivalente para un solo gran premio de Fórmula 1. Visto así, está muy bien lo que tenemos. Pero son muy diferentes, ni la mitad de aceleración que el F1, ni la mitad de agarre, ni un 2% de tecnología de lo que tiene un F1".
Más allá de las prestaciones y de la tecnología que utilizan ambos monoplazas, el acondicionamiento físico requerido para manejarlo también es importante.
"Es más duro en el cuello que un IndyCar y que todo lo que he probado, porque se va mucho más rápido en las curvas", siguió Palou para AS. "Pero para contrarrestar, el volante no está duro y es bastante fácil para los brazos con la dirección asistida, cuando la IndyCar es al revés".
La principal razón por la cual la Fórmula 1 está tan lejos de la Indy es económica, pues la categoría reina maneja presupuestos que superan con creces a los de cualquier equipo estadounidense. Desde recursos para el desarrollo, transportes y hasta el volumen del personal.
"Vuelos privados no tenemos. Los sueldos de los pilotos que están delante en la IndyCar están dentro de la parrilla de Fórmula 1. Pero toda la parafernalia del lujo no está en la IndyCar. Hay menos trabajo con medios porque hay menos patrocinadores. Por eso también hay menos dinero. Pero las carreras son iguales. En vez de haber 70 ingenieros por coche tenemos cinco, pero se trabaja de la misma manera. Al final, son carreras", sentenció el catalán.
Álex Palou es el quinto campeón de la IndyCar y Champ Car Series en los últimos 30 años en subirse en una sesión oficial a un monoplaza de Fórmula 1 después de Jacques Villeneuve (1995), Alex Zanardi (1997 y 1998), Cristiano da Matta (2002) y Sebastian Bourdais (2004, 2005 y 2006).