Sigue siendo tiempo de balance para los ocho equipos cuya temporada 2019-2020 se ha dado por finalizada y en este caso es tiempo de poner el foco en los Atlanta Hawks, para hablar específicamente de sus dos picks de Lotería en el Draft 2019: De'Andre Hunter, elegido en la cuarta posición y Cam Reddish, tomado en la décima.
Los dos aleros se sumaron a un núcleo joven que ya contaba con Trae Young, Kevin Huerter y John Collins, conformando uno de los quintetos con mayor proyección de toda la competencia... al menos en los papeles.
Y si bien sabemos que la campaña de los Hawks no ha estado a la altura de lo esperado desde lo colectivo, en este caso solo nos centraremos en la tarea individual de los dos novatos. ¿Cómo les fue a Hunter y Reddish en sus primeros pasos en la liga?, ¿qué virtudes y defectos demostraron?, ¿justificaron sus respectivas posiciones en el Draft? Veamos.
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De'Andre Hunter
Números: 12,3 puntos, 4,5 rebotes, 1,8 asistencias, 0,7 robos, 0,3 tapas, un 41% de campo, un 36% en triples y un 76% en tiros libres.
Lo primero para decir de Hunter es que rápidamente se ganó la confianza del entrenador y jamás la perdió. Más allá de la poca profundidad del roster de Atlanta, no es tan común que un rookie promedie 32 minutos por encuentro y salga como titular en 62 de 63 partidos. De hecho, Hunter lidera a toda la Clase 2019 en cuanto a minutos por juego, dejando atrás a Darius Garland (30,9), RJ Barrett (30,4), PJ Washington (30,3) y Ja Morant (30).
Un factor clave para analizar es cuán bien cumplió con lo que se esperaba fuera su rol: aportar tiro externo y defensa. En el apartado de los triples no estuvo nada mal, tomando 4,8 por partido y encestando un 36% de ellos. Esa eficacia subió a un sólido 39% cuando lanzó en catch and shoot, mientras que apenas llegó a un 19% cuando lo hizo desde el drible.
¿Y en defensa? Aunque por momentos mostró su versatilidad, estuvo lejos de tener el impacto esperado. No solo aportó muy poco en las estadísticas básicas (robos y tapas), sino que además tuvo un pobre rendimiento rebotero (3,8 tableros defensivos por juego). Lo cual toma aún mayor importancia, teniendo en cuenta que Atlanta terminó 28° a la hora del rebote propio... no es que Hunter fue opacado por un Andre Drummond o un Rudy Gobert.
Si bien es cierto que el rating defensivo de los Hawks mejoró dos puntos cuando Hunter estuvo en el campo, que cuando estuvo en el banco, su producción en el campo propio no fue suficiente como para impedir que el equipo terminase con la tercera peor defensa de la temporada.
Otro atractivo importante que presentaba Hunter como proyecto de cara al Draft era su versatilidad. Y en ese sentido, hay que darle la derecha al alero. Para empezar, repartió sus minutos en tres posiciones, según las estadísticas de alineaciones de Basketball-Reference: 18% de sus minutos los jugó como escolta, 62% como alero y 20% como ala pivote.
En la era del small ball, es promisorio el hecho de que los Hawks hayan subido su rating ofensivo a 112 puntos cuando Hunter vio acción como cuatro, en comparación al 107,2 que registraron cuando lo usaron de alero. El imaginar formaciones pequeñas con el oriundo de Philadelphia como ala pivote fue uno de los factores que llevaron a Atlanta a tomarlo en la cuarta colocación. Y en ese sentido, la 2019-2020 le ha dado un sello de aprobación a la estrategia.
Más datos a favor de su versatilidad: no lo hizo mucho, pero Hunter fue extremadamente efectivo cuando llevó a un jugador más chico al poste bajo. En esas situaciones lanzó un 9-16 de campo y obtuvo 1,26 Puntos Por Posesión (19 jugadas totales), lo cual lo deja al tope de los rankings de la competencia (percentil 99).
Su rendimiento en jugadas de aclarados también fue excelente: 12-24 de campo y 1 de PPP en 34 posesiones (percentil 78). En resumen, si bien todavía es difícil ponerle la etiqueta de 3&D, las otras áreas de su potencial han dado señales positivas en su primera campaña como profesional.
¿Para mejorar? Lanzó apenas un 29% en lanzamientos en la pintura, fuera del área restringida y tuvo un mal rendimiento a la hora de jugar el pick and roll: 0,69 PPP (percentil 24).
Cam Reddish
Números: 10,5 puntos, 3,7 rebotes, 1,5 asistencias, 1,1 robos, 0,5 tapas, 38% de campo, 33% en triples y 80% en tiros libres.
Mientras que la temporada de novato de Hunter ha despertado la expectativa de los seguidores de Atlanta, la 2019-2020 fue bastante menos benévola con Reddish. El alero salió como titular en 34 de 58 partidos y pasó 26,7 minutos por noche en el campo, pero su producción en ese rol destacado fue ciertamente irregular.
Reddish llegó a la liga con su poder anotador como principal virtud, pero con muchísimos interrogantes con respecto a su capacidad de ser efectivo y tener buenos porcentajes. Está claro que así como ya había tenido problemas en Duke, sus primeros pasos en los Hawks ayudaron a reforzar esas dudas.
Como triplero, apenas alcanzó un 33% en su 4,3 intentos por juego. No solo lanzó un 26% desde el drible, sino que tampoco fue eficaz cuando lo hizo en catch and shoot: 34%.
A pesar de esos problemas, Redish jamás sacó el pie del acelerador y siguió apretando el gatillo ante el más mínimo espacio. Punto a favor para su confianza, pero si no logra enderezar la mira, se volverá un ancla para la ofensiva de su equipo.
De todas maneras, es a la hora de atacar el aro donde el nacido en Norristown ha tenido sus mayores problemas: solo lanzó un 52% dentro del área restringida y un 34% en el resto de la pintura (fuera del semicírculo). Números demasiado bajos para un jugador de 2,03 metros, con sólida capacidad atlética.
Además, Redish fue poco a la línea de libres (2,2 intentos por juego) y registró más balones perdidos por partido (1,7) que asistencias (1,5). Para un jugador que entraba a la NBA con comparaciones con anotadores del estilo de Rudy Gay y Gordon Hayward, hubo poco de lo cual aferrarse para mantener el vínculo con esos nombres. Por lo menos en este primer año.
Eso sí, como para no ser injustos con el ex Duke, hay que decir que el rendimiento del famoso quinteto a futuro de Atlanta, con Reddish junto a Young, Huerter, Hunter y Collins funcionó de maravillas: en 442 posesiones registraron un Net Rating de +10,7, con un fenomenal rating ofensivo (121,3 puntos) y uno correcto en defensa (110,5 puntos).
Esto refuerza que el encaje existe desde lo colectivo y ahora estará en Reddish mostrar la suficiente evolución como para que su campaña de sophomore supere a lo hecho como novato.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.